domingo, 14 de febrero de 2016

Ruega Por Nosotros



“¿Un thriller religioso?¿Un apasionante pacto de amor?¿Mártires o verdugos de sí mismos? ¿Un crimen atípico?¿Suicidados por la sociedad?”[1] al leer estas preguntas ya no existirá otro libro en tu cabeza, lo vas a comprar, lo vas a leer y cuando llegues a la última página no vas a poder creer que haya terminado, vas a querer más, mucho más.

El autor, Alfonso Carvajal, parte de la noticia del asesinato de dos sacerdotes al sur de Bogotá en enero del 2011 y lo vuelve una ficción impactante, desgarradora, deslumbrante, desconcertante.

Los Sacerdotes Rafael Reátiga y Richard Píffano Laguado fueron asesinados el miércoles 26 de enero en una calle del barrio El Triunfo, de la localidad de Kennedy. A los dos sacerdotes los balearon dentro del carro del padre Reátiga, un Chevrolet Aveo negro. Una hipótesis del crimen indica que los asesinaron para robarles el carro nuevo. [2]
Los dos sacerdotes pagaron 15 millones de pesos para que los mataran. Los dos sicarios fueron contactados dos días antes por los mismos sacerdotes para que les ayudaran a cumplir el pacto de muerte que habían decidido cuando se enteraron que al menos uno de ellos tenia una enfermedad contagiosa incurable. [3]

Con un tema tan delicado, el autor tenía un gran reto para escribir el libro, pero lo manejó de una manera limpia, sincera, sin excesos, prudente, con un lenguaje pulcro. El libro no es para todo tipo de lector, se necesita ser leído sin prejuicios, sin homofobia, esperando lo peor y lo mejor, a la expectativa de descripciones profundas o descripciones simples, simplemente hay que estar preparado para leer un libro fuera de todo lo que pensamos y conocemos, pero ante todo un muy buen libro.

Siendo una historia de amor y muerte entre dos sacerdotes, el aspecto de la sexualidad no podía faltar, y como hay tantas formas de escribir sobre esto, la pregunta sería ¿cómo lo trató el autor?, como ya dije antes no es un libro para homofóbicos porque el autor no pasa por alto ningún detalle a la hora de describir las noches de pasión de los sacerdotes, no es muy exagerado como tampoco es muy sobrio, está en el punto exacto en el que todo buen lector puede soportarlo.

Ya que el libro está basado en una historia real, la relación realidad-ficción está presente. El autor cambia todos los nombres de los personajes, los curas se llaman René y Rómulo, los sicarios son alias “El Halcón” y alias “Gatillero” y el que cuadró todo con los sacerdotes se llama “El Jardinero”. Pero así como cambia nombres deja algunos aspectos de la realidad dentro de la ficción, como la suma de dinero que pagan los amantes, la enfermedad que tenia uno de ellos, el lugar del primer pago, el lugar del asesinato, entre otros. Entonces se puede ver que esa relación realidad-ficción está presente pero lo que nos relata el autor, los diálogos, algunos lugares, situaciones especificas y los pensamientos de los personajes son ficción y eso le da al libro un equilibrio casi perfecto, tanto que siempre dudarás hasta que punto lo que lees pasó o no.

La estructura narrativa del libro nos lleva en un orden cronológico exacto y de esta manera el autor nos envuelve en el ambiente y hace que en nuestra mente se reproduzca como una película. Pero van apareciendo historias paralelas que al principio confunden pero al final se unen con la de los sacerdotes y se crea la unidad de toda la historia que lleva al final estilo Romeo y Julieta. Además, Carvajal intercala la narración entre primera persona y tercera persona constantemente, lo que le da un toque especial a la historia y, por ende, al libro.

Es un libro con las mejores 150 páginas, si algún día quieren ir a comprar un libro y no saben qué quieren leer, intenten con este, no se arrepentirán ni un segundo, será el dinero mejor invertido. La historia los llevará a una discusión constante sobre los hechos ocurridos, los llevará a conocer otra de las esquinas de nuestra sociedad, los llevará de la mano por lugares y situaciones desconocidas para muchos, pero ante todo, les abrirá la mente y los llevará tan lejos como ustedes quieran llegar. 

Y que mejor para terminar este comentario que las palabras que el autor nos deja en uno de los capítulos, donde se mete a saludar, no como un personaje sino como Alfonso Carvajal, y nos deja un maravilloso mensaje:


En este mundo tan efímero y superficial, tan causal, tan profundo, esta historia de antihéroes, a la cual la sociedad le quiere echar tierra y tapar con mentiras, o ignorar lo qué pasó, es decir, borrar el argumento así no más, había que hacer algo, tallar una memoria de palabras, así las arrastre el viento, así no sirvan para nada, aquí quedarán como una lápida apócrifa, que nadie quiera ver, leer, pero suficiente para que la ficción haga su máximo esfuerzo y su anónima introspección.[4] 





[1] Carvajal, A. Ruega Por Nosotros. Bogotá, Colombia: Ediciones B.
[2] Bolívar, V. H. (28 de 01 de 2011). eltiempo.com. Recuperado el 29 de 08 de 2015, de EL TIEMPO: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-8804554
[3] Medina, S. B. (14 de 02 de 2012). eltiempo.com. Recuperado el 29 de 08 de 2015, de EL TIEMPO: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-11130602
[4] Carvajal, A. Capítulo 31. En A. Carvajal, Ruega Por Nosotros (pág. 150). Bogotá, Colombia: Ediciones B.

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