domingo, 21 de febrero de 2016

La segunda vida del Negro Adán

La segunda vida del Negro Adán es un cuento no biográfico de la leyenda de Barranquilla, con historias populares. Tiene una forma diferente de contar la historia, dividiendo el libro en cortos episodios en donde nos va relatando “las larguezas de una época brava en la que el contrabando, el tráfico de estupefacientes, y la presencia de “fuerzas oscuras” enrarecieron el ambiente citadino” (Olaciregui, 2014), y eso remarca la singularidad del libro.

El libro cuenta la historia por medio de cortos episodios, en donde los personajes aparecen y desaparecen sin ninguna razón, el libro no tiene una linealidad, el relato es fragmentado, puede, el lector, imaginarse el paradero de esos personajes e imaginarse el final, porque no tiene un final especifico tampoco. 

Esta es una forma diferente de contar una historia, adoptada recientemente en Francia por Olaciregui, como él mismo dijo en la presentación del libro en mayo del presente año.. Igualmente, el  libro cuenta el final con tres cuentos de piratas, por medio de una escritura mucho más clásica, sobre un ataque que hubo en Cartagena por parte de un barón francés.

Es una forma interesante de escribir un cuento, tal vez no muchos lectores la acojan, pero es igualmente valida, dentro de la unidad del cuento. El problema recae en que es un estilo un poco fragmentado y la mayoría de lectores de este género está acostumbrado a una historia lineal, con un inicio, nudo y desenlace, que se pueda meter en la historia, ser parte del relato y tal vez, con esta forma de escribir es más difícil que el lector se introduzca completamente en la historia; pero igualmente eso no le quita el prestigio al libro, sigue siendo una historia muy bien contada y como dicen por ahí, “ hay que leer de todo un poco”.

La intensidad del libro es calmada, si se podría decir así, te lleva poco a poco por la historia del Negro Adán, te lleva de allá para acá, con saltos de tiempo y personajes un poco confuso. A veces, en cada relato se puede hablar de una cosa totalmente diferente al anterior relato: unos pocos relatos tenían un linealidad, pero ese “milagrito” duraba solo unos pocos, obliga al lector a unir los personajes de alguna manera a través del libro y encontrarles por sí mismo un destino o un final.

La mayoría del tiempo, los relatos se dan en la ciudad de Barranquilla. Allí ocurren todos los acontecimientos sobre las aventuras del Negro Adán y todos los personajes que se incluyen en el libro. Se habla de isla verde, el matadero de cerdos, hoteles, Santa Marta, Cartagena, Francia, Bogotá, Fiestas, restaurantes, Bocas de Cenizas, casas, etc.

Los personajes de este cuento son muchos pero tratare de nombrar algunos: en primer lugar el Negro Adán, Carlos Maelo, Eusse, Alfonso, Carmen, Juan Subirats, Mariana, Omar Leal, Toño Morales, Marcela, Ismael, Rosalia, Yoe, Rosa Eleny, Micaela, Rojas Herazo, Chano Pozo, Ines, Mary, Adama Wontina, Bartolo Gomez, Asuncion, Micaela y Nicolasa(las mellas), Antonio Morales, Zoila Menguele, entre otros.

Es un cuento de 180 páginas. Cualquiera diría que de brevedad no tiene nada, para ser un cuento, pero la brevedad que yo veo es en lo que está al interior de ese cuento, en la brevedad de la mayoría de sus relatos, en cómo desaparecen algunos de los personajes “así como así”, en cómo introducen otros sin ningún antecedente en la historia, en cómo pasa de una locación a otra, de un narrador a otro, de cómo todo es tan poco lineal, el querer que el lector especule en mucha cosas y divague en otras: en eso, me parece a mí, radica la brevedad de este cuento.

Por ahí dicen que el silencio lo dice todo, creo que Olaciregui se lo tomó muy “a pecho”. Podríamos decir que en todo el relato los silencios son los que reinan, al principio uno piensa que es un cuento mal escrito y que no se logra entender  nada, pero cuando se avanza es evidente que lo que rige el relato es el “termínalo tú”. 

Los personajes que aparecen de la nada y los que desaparecen de la misma manera, toca ponerse en el trabajo de crearles un inicio y un final; simplemente la forma de contar esta historia hace que todos los lectores tengamos que imaginar muchas cosas, nos quieren poner a pensar, a imaginar, a inferir, a raspar el alma, hay muchas cosas inconclusas y eso, tal vez, hace la esencia del cuento y la manera narrativa que propone el autor.

El lenguaje utilizado es simplemente incriticable, es pulcro y perfecto, tanto que toca buscar muchas palabras para poder seguirle el juego al libro. Es con estos libros de lenguaje tan bien utilizado que uno se culturiza, aprende ortografía y palabras nuevas que se guardan en el disco duro del cerebro y después poco a poco se incluyen en nuestro hablar diario.

En general es un muy buen libro, con una forma rara de llevar la trama. El problema es que no es del agrado de todos los lectores por su forma de escribir, pero el buen lector sabe sacarle el lado positivo a todo libro y siempre hay que tratar de indagar el porqué de esa forma de escritura y así no quedarse con la duda si es que lo escribió mal o se está leyendo de la forma incorrecta. 

Bibliografía

Olaciregui, J. (2014). La segunda vida del Negro Adán . Bogotá D.C : CollaGeditores.

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